julio 18, 2008

Kill Bill Vol.1 (2003)

Era el año del 2003, discos como Hail to the thief, de Radiohead, o el memorable Absolution, de Muse, sonaban y quitaban mi atención de la mayor parte de lo que ocurría a mi alrededor en cuestiones sonoras. Sin embargo, esto no era lo único que quitaba mi atención en esos tiempos. Recuerdo cómo todos esperábamos con ansia y expectativa la nueva obra de Quentin Tarantino, Kill Bill. Después de haber visto Pulp Fiction, uno no sabía qué esperar de esta nueva entrega que además venía en dos partes. Al final, la cinta tuvo opiniones divididas; la mezcla ecléctica de géneros para unos fue una genialidad y para otros fue lo peor de este director norteamericano, dando una película nula de contenido y llena de tripas. Lo que no se puede negar que fue un acierto y que marcó ese año, fue la banda sonora que acompañó ese mar de sangre que deramó la espada de "La novia". Una mezcla de géneros musicales entre sonidos actuales con piezas retro, la combinación de canciones western con música oriental fue lo que sonó en cientos de reproductores de cd ese año. La popularización y el éxito que tuvo fue un fenómeno que pocas bandas sonoras han logrado. Simplemente cómo olvidar el emblemático silbido ("The Whistle") de Elle Driver, que llegó incluso a las pistas de baile con pésimas mezclas de antro, o cómo olvidar que fue uno de los ringtones más sonados, a tal grado que era imposible no odiarlo. Sin embargo el resto de la música como la de la banda 5,6,7,8's (el grupo que toca en el bar el intro "The Band Apart") o la canción de "El avispón verde", eran realmente geniales, divertidas e increible que estuvieran juntas en un mismo disco, que hacían que uno pudiera escuchar más de una vez al día ese cd sin aburrirse, debido a que era simplemente dierente. Una película cliché y pop que marcó época a tal grado que hasta Paulna Rubio usó el traje amarillo (un momento triste pero verídico que sería mejor olvidar), pero que dio cierto rumbo a la vida de aquellos que nos gustó todo el desmadre telenovelesco que armó Tarantino tanto cinematográficamente, como en la banda sonora, la cual vale la pena volver a oir y, más aún, disfrutar, después de la euforia que causó. Ahora que ya no suena en ningún reproductor mp3 y que es un recuerdo vago de los miles de fans que tuvo, vale la pena retomar el disco para resaborearlo.


Publicado por Daniel

1 comentario:

Valenzuela dijo...

muchachos, felicidades por el blog, está excelso, ya estoy bajando los cds.
Saludos