julio 28, 2008

Cinema Paradiso (1989)

Cinema Paradiso es una de las culminaciones sonoras de un hombre que –si se me permite el término– ha construido buena parte de la historia sonora de la cinematografía mundial. Para hablar de él necesitaríamos días y noches de palabras y discos, recuerdos de personajes, tramas y piezas que han quedado en la memoria fílmica. Trompetista y compositor de profesión, Morricone ha consolidado una gran experiencia musical, ya que en su juventud no sólo fue integrante de una banda de jazz e hizo arreglos a canciones pop para Radiotelevisión italiana, sino que se convirtió en arreglista de studio para la RCA, donde trabajó, entre otros, con Mario Lanza. A partir de los años 60 comenzó a crear música para cine y desde entonces ha trazado una carrera prolífica. A él le debemos la creación de numerosas bandas sonoras de los spaghetti westerns de Sergio Leone, la más famosa de ellas el soundtrack para El bueno, el malo y el feo, así como piezas para grandes filmes como La batalla de Argel (Gillo, Pontecorvo, 1965), Saló o los veinte días de Sodoma (Pier Paolo Pasolini, 1975), muchos de los cuales le valieron como candidaturas al Óscar: Días del cielo (Terrence Malick, 1978), La misión (Roland Joffé, 1986), Los intocables (Brian de Palma, 1987), Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore, 1989), Bugsy (Barry Levinson, 1991), Lolita (Adrian Lyne, 1997). En 2006, este prolífico director italiano recibió el Óscar Honorífico por su contribución al mundo de la imagen en movimiento.


Publicado por Peco

1 comentario:

cellofan & co. dijo...

Este filme y su relación con el sonido y la imagen es como tu lo dices una de las culminaciones de este punto, que es el motor de este blog. Basta con ver esa escena final donde los diversos fragmentos de las escenas románticas aparecen con el emotivo tema de la película (si mal no recuerdo). Me hace pensar en esas grandes escenas románticas del cine italiano (Silvia, ma che sei? ...listen!!!)donde imagen, sonido y erotismo se funden en un abrazo sin fin. Es un filme que disfruto mucho, con el corazón en la mano. Gracias Peco.