Recuerdo algo en el ensayo de Schopenhauer sobre "las visiones de fantasmas", donde sugería que estos fenómenos eran producidos por el cerebro, que era capaz de reproducir cualquier fenómeno sensorial de manera clara y contundente. Un ejemplo más científico son las alucinacionesde tipo esquizoide que no sólo son visuales sino también auditivas, olfativas o táctiles.
Ahora, sin especular mas sobre temas que corresponden más a otras áreas del conocimiento (y a sus expertos) me atrevo a ir al centro de esta nota.
Sonidos ásperos, imágenes frescas. Si bien el cine es el ejemplo perfecto para ilustrar las relaciones entre imagen y sonido en un plano artístico, existen otras formas que sugieren o que, en verdad, llegan a crear éste efecto de miradas sonoras o de audiciones visuales.
Desgraciadamente, en el cine no he encontrado un trabajo en el cual una imagen me sugiera o me provoque claramente una audición. Pero sí conozco el caso contrario.
El ejemplo que quiero mostrarles hoy es una cúspide de esta manera de crear.
Se trata de una obra de Maurice Ravel: Gaspard de la Nuit. Basado en el libro de poemas de Aloysius Bertrand, del mismo nombre. La obra es de 1908.
El efecto que provoca Ravel en ella es triple según lo que percibo. Por una parte, disfrutando la música desde un punto de vista de música pura, es una obra de cualidades notables. Comparando con los poemas de Bertrand se encuentran claras relaciones con el texto y lo que allí describe. Por tener esto se vuelve una obra programática y descriptiva. Por otra parte, la misma música sugiere movimientos y elementos más allá, como en el caso de Ondine, que aunque no se tengan referencias sobre este ser mítico acuático, los juegos de la columna de agua se perciben claramente a través de la forma musical y de sus elementos. Texturiza el momento de escucha con acompañamientos a melodías siempre bellas y claras, a veces sentimentales.
Ravel siente la forma e imagen de las situaciones que lo llevan a expresarse y, con esa "revelación" plástica, lo hace a través de lo suyo: la música. El uso de los timbres y de la armonía que Ravel tenía le da posibilidad de transformarlos en materiales para esculpir, pintar o en fin... algún otro arte al que Ravel seguramente habría querido también dedicarse (de ser mas larga la vida, menos fugaz la juventud y menos la música por hacer). Mucho de esto último es por supuesto especulación mía. Mirada, tacto y olfato hechos música o sonido que transmuta en visiones, aromas y caricias... ustedes dirán.
Descargar Gaspard de la Nuit por Pascal Rogé
2 comentarios:
Olvidé dedicar esta publicación a Peco y Neif que sostuvieron este espacio como buenos guerreros que siempre han sido. También lo dedico a los guerreros que alguna vez escribieron algo para Mirada Sonora.
Abrazos al que lee esto.
Abrazos a todos!
Que continúe la mirada!!
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