¡Hola! Wall-E (2008)

¿Cuánto tiempo tiene que pasar para decir basta?... para decir, es suficiente de tanto caminar, de tanto reír, de tanto llorar, de tanto comer, de pasar hambre. Los seres humanos tenemos una capacidad magnífica de construir vetas que beneficien a nuestra raza, al mismo tiempo en que las dinamitamos; tal pareciera que el ser humano está siempre a la vanguardia, buscando constantemente una solución para arreglar lo que no necesita compostura, y lo que necesita ser arreglado, no tomarlo en cuenta y dejarlo como está; encomendando el hecho a un ser supremo que los sobrepase y que los haga sentir seguros al no decirles si sus acciones están bien o mal tomadas, con el sólo hecho de que no les diga nada, asumen una postura mesiánica que, en una paupérrima tergiversación de la historia y sus personajes, toman, a viva voz, la figura del enigmático Maquiavelo, al repetir su famosa frase (que quién sabe si realmente la dijo), “el fin justifica los medios”. Pero… ¿qué pasa si (cual chauvinistas norteamericanos), todo el mundo asumimos esa postura de pretender tomar las riendas del planeta y cada quién hacemos lo que mejor nos convenga, tan sólo por creer que es lo mejor para todos? Creo que la vida, tal como la conocemos, con sus blancos y negros y grises días, dejaría de existir. Y lo peor de todo esto, es que, por más patético que parezca, siento que estos rasgos con los que a groso modo pretendo retratar ciertas acciones de la humanidad, son características que, en mayor o menor grado, forman parte de la conducta humana y retratan su travesía por el Planeta Azul.
Eso es justamente lo que les pasó a los habitantes de la tierra, en el filme animado de Disney “WALL-E”. Los que, en un afán desesperado por buscar nuevos medios de comunicarse entre sí, se fueron haciendo de una sofisticada tecnología, que no hizo más que sacarlos a vivir al espacio exterior, al destruir la naturaleza, dejando un mundo gris y sucio, pero con una eficiente tecnología de punta. ¿Cuál se supone que debería ser el sonido que acompañe a esta película? Si bien es cierto que en las escenas más álgidas, las sonorizan al compás de todo un ejército de instrumentos, que combinan sus cuerdas y vientos clásicos, con un sinfín de sonidos de “tecnología”, sonidos grises, blancos y negros, sonidos minimalistas; también, es interesante destacar esta nomenclatura que, encaja muy bien con el tema, y aunque es difícil distinguir los sonidos ambientales de entre la rapidez de la trama, en numerosos momentos, la música pasa a un segundo plano, ofreciéndonos áridos sonidos de silencio, propios de una tierra sucia, llena de basura y sin humanos, que tal como los plantean en la película, constituyeron la mayor de las suciedades. El presente trabajo, es obra del director Andrew Stanton, quien a su vez, hizo el guión. La música es autoría de Thomas Newman. La historia se remonta a un futuro lejano, en donde la tierra, a causa de un exceso de contaminantes, deja de estar habitada por humanos, quienes ahora, se ven obligados a vivir en una nave espacial, en un estado poco más que sedentario. WALL-E (abreviatura de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class), uno de los robots encargado de limpiar la basura, se enamora de una robot enviada a la tierra (EVE) en busca de vida vegetal, que demuestre la habitabilidad que de nuevo caracterizaría al planeta. Es un buen trabajo, bien hecho y con un buen mensaje que nos da la opción de marcar una nueva era en las comunicaciones entre humanos, comunicación de punta que no cuesta nada, que bien puede comenzar con un simple hola, que quizás, de entrada no tenga una mayor trascendencia, además de un saludo, pero ese saludo, esa interacción propia de humanos, a la larga, puede marcar una gran diferencia en la historia de la humanidad, que nos de la opción de percatarnos de nuestro presente, y si por el camino por el que vamos es el correcto, dándonos el tiempo de replantearnos la interrogante de, ¿cuánto tiene que pasar para decir basta?… para decir, es suficiente de tanto caminar como máquinas, y ponernos a interactuar como lo que somos, como seres humanos.

Por Neif

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