Comedia musical contemporánea donde la ceguera de la protagonista (Björk) juega un papel fundamental para contar la historia.
A lo largo del filme, los sonidos incidentales –aquellos que apenas aparecen y se escuchan, pero que enriquecen las atmósferas– van cobrando relevancia hasta lograr primeros planos sonoros llenos de furor y ritmo.
El sonido toma el control de la narración y desvela su materia inorgánica.
En esta película, el sonido se ve.
Gran metáfora de la mirada de lo no visto, las piezas recogidas por este soundtrack evidencian la posibilidad de observar en su completud al mundo entero, aún con los ojos cerrados...
O más bien, sin ojos...
¿Mirada silenciosa?