Excelente banda sonora para una de las mejores películas de gansters. Entre vendettas y asesinatos en parajes desolados, callejones obscuros o bares, se van colando las rítmicas notas de las baladas estadunidenses que han marcado toda una época. Contrapunto interesante entre los hechos y las atmósferas sonoras. Fusión ya nada novedoso, hay que decirlo, lo que sí ha logrado es establecer todo un género, posiblemente el del cine noir contemporáneo. De la mano de Martin Scorsese desfilan músicos como Tony Bennett, The Moonglows, The Cadillacs, The Chantels o Derek And The Dominoes. Para el gusto, dos muestras.
Siguiendo el tema principal de este blog y después de tanto tiempo de silencio, antes de tener alguna otra estupidez que decirles, quiero invitarlos a la conferencia sobre la música de cine de Silvestre Revueltas que se llevará a cabo el jueves 9 de julio en la sala 34 "Alfredo Bablot" del Conservatorio Nacional de Música. Esperamos contar con su asistencia.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para decir basta?... para decir, es suficiente de tanto caminar, de tanto reír, de tanto llorar, de tanto comer, de pasar hambre. Los seres humanos tenemos una capacidad magnífica de construir vetas que beneficien a nuestra raza, al mismo tiempo en que las dinamitamos; tal pareciera que el ser humano está siempre a la vanguardia, buscando constantemente una solución para arreglar lo que no necesita compostura, y lo que necesita ser arreglado, no tomarlo en cuenta y dejarlo como está; encomendando el hecho a un ser supremo que los sobrepase y que los haga sentir seguros al no decirles si sus acciones están bien o mal tomadas, con el sólo hecho de que no les diga nada, asumen una postura mesiánica que, en una paupérrima tergiversación de la historia y sus personajes, toman, a viva voz, la figura del enigmático Maquiavelo, al repetir su famosa frase (que quién sabe si realmente la dijo), “el fin justifica los medios”. Pero… ¿qué pasa si (cual chauvinistas norteamericanos), todo el mundo asumimos esa postura de pretender tomar las riendas del planeta y cada quién hacemos lo que mejor nos convenga, tan sólo por creer que es lo mejor para todos? Creo que la vida, tal como la conocemos, con sus blancos y negros y grises días, dejaría de existir. Y lo peor de todo esto, es que, por más patético que parezca, siento que estos rasgos con los que a groso modo pretendo retratar ciertas acciones de la humanidad, son características que, en mayor o menor grado, forman parte de la conducta humana y retratan su travesía por el Planeta Azul. Eso es justamente lo que les pasó a los habitantes de la tierra, en el filme animado de Disney “WALL-E”. Los que, en un afán desesperado por buscar nuevos medios de comunicarse entre sí, se fueron haciendo de una sofisticada tecnología, que no hizo más que sacarlos a vivir al espacio exterior, al destruir la naturaleza, dejando un mundo gris y sucio, pero con una eficiente tecnología de punta. ¿Cuál se supone que debería ser el sonido que acompañe a esta película? Si bien es cierto que en las escenas más álgidas, las sonorizan al compás de todo un ejército de instrumentos, que combinan sus cuerdas y vientos clásicos, con un sinfín de sonidos de “tecnología”, sonidos grises, blancos y negros, sonidos minimalistas; también, es interesante destacar esta nomenclatura que, encaja muy bien con el tema, y aunque es difícil distinguir los sonidos ambientales de entre la rapidez de la trama, en numerosos momentos, la música pasa a un segundo plano, ofreciéndonos áridos sonidos de silencio, propios de una tierra sucia, llena de basura y sin humanos, que tal como los plantean en la película, constituyeron la mayor de las suciedades. El presente trabajo, es obra del director Andrew Stanton, quien a su vez, hizo el guión. La música es autoría de Thomas Newman. La historia se remonta a un futuro lejano, en donde la tierra, a causa de un exceso de contaminantes, deja de estar habitada por humanos, quienes ahora, se ven obligados a vivir en una nave espacial, en un estado poco más que sedentario. WALL-E (abreviatura de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class), uno de los robots encargado de limpiar la basura, se enamora de una robot enviada a la tierra (EVE) en busca de vida vegetal, que demuestre la habitabilidad que de nuevo caracterizaría al planeta. Es un buen trabajo, bien hecho y con un buen mensaje que nos da la opción de marcar una nueva era en las comunicaciones entre humanos, comunicación de punta que no cuesta nada, que bien puede comenzar con un simple hola, que quizás, de entrada no tenga una mayor trascendencia, además de un saludo, pero ese saludo, esa interacción propia de humanos, a la larga, puede marcar una gran diferencia en la historia de la humanidad, que nos de la opción de percatarnos de nuestro presente, y si por el camino por el que vamos es el correcto, dándonos el tiempo de replantearnos la interrogante de, ¿cuánto tiene que pasar para decir basta?… para decir, es suficiente de tanto caminar como máquinas, y ponernos a interactuar como lo que somos, como seres humanos.
Desde hace mucho, pero mucho tiempo, un pueblo fue elegido por el Todo Poderoso, para vivir en libertad y armonía, fuera de las murallas que, en Egipto, representaban una prisión para ellos. Ese pueblo fue liberado, comenzando un interminable deambular, que hasta la primera mitad del siglo XX, logró establecerse en tierra santa, lugar del que hacía miles de años, fueron expulsados. Después de la Primera Guerra Mundial (1914-18), los británicos en agradecimiento al constante financiamiento que les otorgó el pueblo judío; intervinieron ante la Sociedad de Naciones para partir el estado de Palestina en dos, dándole, al fin, una presencia nacional, al pueblo judío. En 1947, las Naciones Unidas aprobaron la partición, y el 14 de mayo del año siguiente, el estado israelí declaró su independencia. Este hecho, evidentemente fue acompañado de un acre conflicto entre el pueblo árabe y el israelí, deviniendo en una guerra, que se libró en 1948. Bajo el argumento árabe de que los judíos, no habían respetado la frontera delimitada por las Naciones Unidas. Este ha sido, a groso modo, el conflicto acérrimo entre estos dos pueblos, y la principal causa de muerte y atentados que se disputan de manera frecuente. ¿Qué podría pasar si… por casualidad, karma compartido o algún capricho o broma pesada de su Dios, el destino o la propia vida, un par de individuos de estas dos naciones se enamoran? Es casi una típica historia Shakespireana, un Romeo y Julieta contemporáneo en tierra santa. Lo cual, ya contiene en el hecho, un grado de dificultad. Ahora, ¿qué pasaría, si estas dos personas que se enamoran son hombres? La cosa se vuelve extremadamente peligrosa, casi suicida. Pues este es el contexto literalmente, en el que se desarrolla el magnífico filme del joven director estadounidense Eytan Fox, titulado Ha-Buah, o, mejor conocido en México como, Solos Contra el Mundo. Con un cómico, y en ocasiones, irreal guión, escrito por Eytan Fox y Gal Uchovsky, debido a la ligereza en que los personajes tratan conflictos políticos, que difícilmente se pueden plasmar tan a la ligera. El presente material, fue presentado el 29 de junio del 2006 en Israel, y no fue sino hasta el 1 de agosto del 2008, que conoció tierras mexicanas. La historia se desarrolla el Tel Aviv, en época actual, mostrando los conflictos de un amor doblemente prohibido. Bien sea por su condición homosexual, como por sus añejos conflictos entre naciones. La trama se desenvuelve de manera ágil y divertida, mostrándonos facetas del mundo árabe y del israelí, que si bien, son muy conocidas y estigmatizadas, como la guerra, otras que son frescas y divertidas de la vida diaria de un grupo de amigos que comparten un apartamento. A través de ellos, podemos ver nuestras similitudes como jóvenes, así como también, las terribles diferencias que, de manera cotidiana, marcan su juventud, y la manera en que viven su sexualidad, en una tierra tan llorada. A la cual, pretenden aligerar su estigma político, por medio de mensajes de paz, amor y fraternidad a través de dos extremos, un tanto utópicos, del amor entre los personajes principales, que si bien, es poco probable, no podemos llamarlo imposible, ya que si el odio que existe entre estos dos pueblos, a encontrado maneras tan sutiles de manifestarse, como lo puede ser, una mirada de desdén; no podemos negar la posibilidad, que de entre esas miradas, pueda surgir alguna que denote, extrañes y curiosidad por el otro, una actitud amable, y quizás, por qué no, una empatía más profunda e inocente, capaz de dejar a un lado sus conflictos, de derrumbar fronteras.
Excelente banda sonora para una de las mejores películas de gansters. Entre vendettas y asesinatos en parajes desolados, callejones obscuros o bares, se van colando las rítmicas notas de las baladas estadunidenses que han marcado toda una época. Contrapunto interesante entre los hechos y las atmósferas sonoras. Fusión ya nada novedoso, hay que decirlo, lo que sí ha logrado es establecer todo un género, posiblemente el del cine noir contemporáneo. De la mano de Martin Scorsese desfilan músicos como Tony Bennett, The Moonglows, The Cadillacs, The Chantels o Derek And The Dominoes. Para el gusto, dos muestras.
