Tal vez porque desde muy niño casi todas las piezas de cine que vi tuvieron un fuerte impacto en mí al grado de querer pertenecer a ella, de formar parte de su historia, de encarnar alguno o algunos de sus personajes, tal vez por ésto prestaba atención especial a reproducir en mi juegos infantiles, con el mayor detalle posible, los diálogos y monólogos que aparecían en la obra, la cual veía una y otra vez hasta conocerla en cada detalle.
Tal vez porque desde chico he estado acostumbrado a reconocer en las diferencias, en las variaciones del sonido significados más allá de lo que para muchos son solo palabras, diálogos. Gracias a ésto, allí donde otros veían aburridas conversación yo oía sinfonías, cuando muchos se impacientaban con los diálogos yo podía disfrutar el contrapunto de ideas expresadas cada cual con sus matices sonoros, allí donde muchos ven absurdos soliloquio yo me veo a mi mismo en escena vertiendo mi locura sonora sobre los que asisten al espectáculo y quedan, por lo tanto en la necesidad de tomar una decisión entre dos opciones: o dejan la sala o se permiten quedar a expensas de mi, de lo que la obra a través de mi y yo a través de la obra pretendemos decirles.
Tal vez por todo lo anterior me es imposible concebir una obra despojada de su idioma original. Es cierto que los subtítulos pueden "ensuciar" un poco el panorama visual, pero la intromisión no resulta tan grave en, proporción, a realizar el doblaje de toda la película. Hay varios cineastas que se caracterizan por lo puntillosos y acertados que son por el uso de la música, pero igualmente creo que así como tienen la sensibilidad elegir cual pieza musical sería más adecuada para tal o cual circunstancia o significado que se desee plantear, igualmente creo que estos cineastas trabajan los diálogos y sus entonaciones para lograr mezclarla en el ambiente visual y musical de la obra, y más allá, para acentuar lo que se pretende decir o, lo que es más aún, expresar ideas paralelas a veces contrastantes, irónicas o a veces paradójicas. Un punto interesante en esta cuestión de las lenguas es que en realidad cada idioma tiene su manera particular de impostar naturalmente la voz, lo cual le da un color vocal particular que puede ser aprovechado para beneficio de la estética de la obra.
Entonces, así como en nuestras vidas somos capaces de interpretar los silencios que se provocan entre uno y el ser amado o en una tertulia entre grandes amigos de esas que estremecen los fundamentos de nuestro ser, así les invito yo a poner seria atención al trabajo enfático que se hace en los diálogos y monólogos de una obra cinematográfica. La lengua hablada en un filme nos revela más aún de lo que podríamos imaginar. Nos da claves para desentrañar los misterios de una cultura, nos permite conocer a que suenan "realmente" las imágenes que observamos, nos permite ponernos en contacto con formas nuevas de pensamiento que, si estamos suficientemente dispuestos, se quedarán como sellos en nuestra sensibilidad, acercándonos más al hombre universal, a un profundo entendimiento del otro. Cada quien habla su idioma y con sus matices, aún en nuestro mismo país, aún nuestra misma lengua. Muchos problemas han surgido de esta diferencia: casi siempre se pretende que el otro hable en nuestro idioma, piense como nosotros, se vea como nosotros. Incluso, al decirles todo ésto percibo en lo mas profundo de mi ser la tentación incitarlos a pensar o sentir como yo. En efecto, si ustedes cedieran esos aspectos de su persona perderían una gran parte de lo que los identifica como individuos, tal y como la película lo pierde al cambiarla de una lengua de una lengua a otra sólo para evitarse la pequeña molestia de leer los subtítulos.
Pero para no aburrirlos más con mi plática, les comparto algunos pasajes hablados de algunos filmes que para mí han sido significativos. Tal vez esto les podrá dar idea de lo que pretendo decirles. Por favor, no intenten , si no hablan la lengua perfectamente, entenderles al principio, escúchenlos como música, como lo hacemos a veces con nuestras bandas favoritas aún sin distinguir una palabra de lo que dicen (como los de Seattle por ejemplo). Después podrán buscar el significado de las palabras o ver el filme subtitulado o como mejor les acomode. Si conocen la película déjense llevar solo por el recuerdo de las imágenes que estos fragmentos les evocan o simplemente disfruten estos pedacitos de obras que traigo hoy para ustedes.